¿Cuáles son las diferentes afecciones de la piel?

¿Cuáles son las diferentes afecciones de la piel?

Publicado el 27 de julio de 2023 por Astrid

Tiempo de lectura: 5 minutos

Nuestra piel varía con el tiempo. No confundir con nuestro tipo de piel (normal, seca, mixta, grasa), el estado de nuestra piel cambia bajo la influencia de factores externos (sol, contaminación, cambios de temperatura, etc.) e internos (estrés, dieta, hormonas, etc.). Entre las afecciones más comunes podemos encontrar pieles deshidratadas, maduras, sensibles, apagadas o con tendencia acneica. Aprende a reconocer el estado de tu piel, identificar la causa y así encontrar una solución.

RESUMEN

Piel deshidratada

Existe una diferencia entre piel seca (tipo) y piel deshidratada (condición). La piel seca carece de grasa. La piel deshidratada, por su parte, carece de agua. En realidad, todo tipo de piel puede deshidratarse.

Un problema de deshidratación provoca molestias en la cara y el cuerpo, especialmente después del baño o la ducha. Si se ven finas rayas en las comisuras de los ojos o en las mejillas, o aparece una ligera descamación debajo del maquillaje, lo más probable es que tu piel esté deshidratada. Si bebes lo suficiente, tendrás que buscar la causa en otra parte.

Variaciones de temperatura :
Las variaciones de temperatura y los cambios climáticos hacen que la piel se adapte. Cuando se usa en exceso, su función protectora se deteriora. La piel se vuelve más permeable, la evaporación del agua se acelera y la epidermis se deshidrata.

Agua dura
Puede parecer paradójico, pero el agua no hidrata la piel. Incluso puede provocar deshidratación. La piedra caliza que contiene se deposita en forma de microcristales sobre la piel, absorbiendo la hidratación natural de la epidermis. Por eso es fundamental utilizar un tónico o esencia seguido de una crema hidratante después de enjuagar la piel con agua.

Atención inadecuada
Utilizar tratamientos cosméticos inadecuados, con pH alto o demasiado astringentes puede dañar tu piel. Estos tratamientos eliminan el sebo presente de forma natural en la superficie del rostro, fundamental para mantener la hidratación en las capas internas de la piel. Este suele ser el caso de las pieles grasas, que utilizan productos demasiado “decapantes”.

Edad
Con su increíble capacidad para retener agua, el ácido hialurónico juega un papel crucial en la hidratación de la piel. Sin embargo, su producción disminuye con la edad. Por ello se recomienda proporcionar a la piel tratamientos específicos que lo contengan. Pero la piel madura es en sí misma una afección cutánea.

Piel madura

El envejecimiento de la piel es un proceso natural e inevitable que se explica por una disminución de la actividad de las células cutáneas. Está influenciado por factores intrínsecos (genéticos) y extrínsecos (ambiente y estilo de vida), como la exposición al sol, el tabaquismo, el estrés, la dieta y la hidratación.

Colágeno, elastina y ácido hialurónico. Todos son esenciales para mantener la estructura y la hidratación de la piel. Con la edad, la piel produce menos, provocando una pérdida de firmeza y elasticidad de la piel, así como la aparición de líneas finas y arrugas.

Al agregar el reducción de la producción de sebo, La piel madura tiende a ser más seca y apagada. La piel se vuelve más permeable y más sensible a las agresiones externas.

Otro problema de la piel madura: la hiperpigmentación. La exposición excesiva al sol es una de las principales causas de hiperpigmentación relacionada con la edad. Los cambios hormonales relacionados con la edad también favorecen la formación de manchas oscuras.

Esta piel, que se ha vuelto muy exigente, requiere una rutina de cuidados adaptada a sus necesidades.

Piel sensible

La piel sensible es piel reactiva. Es propenso a sensaciones de hormigueo, calor, hormigueo y picazón, a menudo acompañados de enrojecimiento o irritación. Estos malestares suelen ser una reacción a diversos estímulos:

Una reacción inflamatoria provocados por sustancias irritantes como ciertos jabones, detergentes domésticos o la contaminación.

Factores psicologicos como el estrés.

Factores hormonales vinculado al ciclo menstrual o menopausia.

Factores físicos como la exposición al sol, variaciones de temperatura (calor/frío), viento, aire acondicionado, calefacción o agua dura.

Piel opaca

Piel apagada es una expresión que se utiliza para describir la piel que carece de resplandor, luminosidad y vitalidad. Puede parecer cansado, borroso, descolorido y sin vida. Varios factores pueden contribuir a la piel apagada:

Acumulación de células muertas. : Las células muertas de la piel se acumulan en la superficie, creando una barrera que refleja menos luz.

Falta de hidratación : Una hidratación insuficiente puede provocar la deshidratación de la piel, que luego se vuelve opaca y apagada.

Exceso de sebo : El exceso de grasa puede obstruir los poros de la piel, provocar imperfecciones y hacer que la piel luzca opaca.

Estrés oxidativo : El estrés oxidativo es causado por factores ambientales como la contaminación, el tabaquismo, el alcohol, una dieta desequilibrada o el estrés. Puede dañar las células de la piel y provocar una disminución del brillo natural de la piel.

Falta de sueño : La falta de sueño puede alterar el proceso de regeneración de la piel, lo que puede provocar una piel apagada y cansada, la presencia de ojeras y bolsas alrededor de los ojos.

Piel propensa al acné

El acné es una afección cutánea común que se manifiesta como brotes. Si el principal público afectado siguen siendo los adolescentes, los adultos también pueden verse afectados. Las causas de la piel con acné son generalmente multifactoriales y pueden variar de persona a persona.

Cambios hormonales : Las fluctuaciones hormonales, como las que se producen durante la adolescencia, el embarazo o el ciclo menstrual, pueden aumentar la producción de sebo y aumentar el riesgo de acné.

Factores genéticos : El acné tiene un componente genético, lo que significa que si miembros de su familia han tenido acné, es más probable que usted también lo tenga.

Medio ambiente y estilo de vida : El estrés, una dieta desequilibrada, el uso de productos cosméticos comedogénicos (que obstruyen los poros), la exposición a la contaminación y el uso de determinados medicamentos también pueden contribuir a que la piel tenga tendencia al acné.

Proliferación bacteriana : Las bacterias pueden crecer en los poros obstruidos, causando inflamación y empeorando el acné.


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